Se levantó el telón de la Bienal 2014

Este sábado arrancó el concurso internacional de esculturas Bienal Homo Novus donde una decena de escultores de cuatro continentes comenzaron a trabajar el acero inoxidable, un material que por primera vez es abordado en la competencia.

El evento despertó con los sones de “Aurora” y el izamiento de las banderas que representan a los artistas en competencia.

El gobernador Basilef Ivanoff junto a Fabriciano izaron la bandera del Chaco en tanto Domingo Peppo, la intendente Aída Ayala, el presidente de la Cámara de Diputados Darío Basileff y el Presidente del Instituto de Vivienda, Domingo Peppo tuvieron la guardia del importante momento.

Tras el Himno Nacional Argentino, se dio por inaugurado el acontecimiento cultural.

Asimismo fue visitado por la amplia comitiva de funcionarios y público en general, el II Encuentro de Artesanos que pone en valor lo mejor de la artesanía argentina que incluye al hacer criollo y al originario.

En tanto la competencia dio largada y los escultores comenzaron la faena con ruido eléctricos que señalan el material metálico.

El espacio donde trabajan los artistas fueron preparados con gran profesionalidad; los boxes dispuestos en círculo permiten al público una mirada cercana y cómoda del trabajo. Porque una de las bondades de este concurso a cielo abierto es la posibilidad de ver minuciosamente la gestación de la obra y por lo tanto, la industria del artista.

En otros espacios, los escultores nacionales comenzaron a expresarse a partir de diferentes y variados materiales: la arena y la madera, el material descartable, las fibras vegetales, etcétera.
El predio de la Bienal fue diseñado como un paseo que discurre entre el arte, el show, ferias de variedades –artesanía, patio de comidas, presencia de empresas y marcas, etcétera- y un continuado de espectáculos escénicos imprevistos que dan su nota de color, así como obras teatrales, musicales, dancísticas gratuitas.

Y así, entre el trabajo del arte y las mil atracciones del predio, comenzó y no paró el murmullo festivo.

La visita de la Bienal implica varias horas de recorrido y disfrute, por eso es una opción para la familia; para el ocio y el aprendizaje porque nadie –ni grandes ni chicos- queda exento ni ajeno a los encantos del arte escultórico que en este lugar del mundo vibra con tanto orgullo.