Lenguaje

La escultura efímera en arena ya se puede disfrutar en la Bienal

Una escultura que mantuvo al público expectante es Memoria de la arena, obra del barilochense Alejandro Arce. La arena es la materia prima con la que trabaja este artista a modo hiperrealista e influenciado por los animales y la naturaleza.

La culminación de varios días de trabajo, tuvo como coronación la obra que a la manera de un bloque de más de 3 metros de altura y 20 toneladas de materia, tiene salientes animales y vegetales. Aves y mamíferos dispuestos cual una pirámide alimenticia que reflexiona sobre la ecología y el ambiente.

Fabriciano presentó al autor –ya conocido en el Chaco desde la Bienal 2012 Las Profecía, cuando realizó animales gigantes en la costa del río Negro-.

Con palabras de afecto y ante un público multitudinario que lo aplaudió, el autor emocionado agradeció a la Fundación Urunday, a los escultores/ayudantes que lo acompañaron en la faena y a cada uno de los que diariamente se acercaron a tomar una foto o conversar.

Alejandro Arce reside en Buenos Aires, realiza esculturas en arena en distintos lugares del país y participa en simposios y encuentros de escultores. Además, realiza cortos animados (stop motion) con plastilina, papel y otros materiales para el canal Pakapaka entre otros. Investiga, experimenta y desarrolla proyectos visuales y trabajos artísticos interactivos.

En la obra de Arce “Memorias de arena“ converge lo coloso y lo efímero. El artista insiste –aunque suene paradójico- en la memoria y el registro. En esta la escultura es una macizo, un bloque poblado de elementos inquietantes como una mano, un reloj, libros junto a las hiperrealistas figuras de animales.