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En Los Coihues, ya se puede apreciar “Manto terrestre”

En Los Coihues, ya se puede apreciar “Manto terrestre”

Es una suerte de instalación hecha a partir de varillas de maqui y sauce, entretejidas. El proyecto fue beneficiario de una Beca a la Creación del FNA. Una manera de hacer participativo al arte.

Supimos de Manuel Fernández Tomic a mediados de 2016, cuando al integrar un equipo de la Universidad Nacional de La Plata, se había hecho con el Premio Desafío en la Bienal Internacional de Escultura del Chaco. Ahora, el barilochense plasmó una llamativa obra en su pago chico, después de acceder a uno de los incentivos del Fondo Nacional de las Artes. El trabajo ya quedó listo y puede contemplarse en Villa Los Coihues, a pasos de la Biblioteca Popular Carilafquen y la plaza del barrio.

Antes de retornar a la Ciudad de las Diagonales, donde todavía piensa quemar un par de etapas antes de emprender el regreso, el joven artista dialogó con El Cordillerano. “El proyecto se llama Manto Terrestre y le añadí Proliferación, porque es una segunda parte. La primera fue una tesis que realicé finalizando mi carrera de grado: Artes Plásticas con Orientación Escultura. En este caso, lo presenté al FNA en las Becas de Creación y la recibí. El trabajo lo hice con esa financiación, la idea era que fuera participativo, que la gente pudiera participar y consta de un tejido gigante hecho en cestería: sauce y maqui. Son varillas entretejidas”, describió.

Historió Fernández Tomic que “desde el primer momento, la idea fue que la obra fuera realizada en un espacio significativo para mí, que en este caso fue la Biblioteca Carilafquen en Villa Los Coihues. Es un espacio donde la gente trabaja en forma colectiva, realiza actividades de forma entretejida y entonces, me pareció que daba para un trabajo de estas características”, supuso y con acierto.

El proceso ya llegó prácticamente a su fin. “La pieza en sí ya está realizada, es un espacio más o menos habitable para la gente, para organizar encuentros, para observarlo o para estar bajo su sombra. Lo único que falta es realizar el material audiovisual porque estuvimos registrando todo el proceso y durante el Carnaval, la obra fue protagonista como escenografía del evento. Todo eso está registrado por Ailén Herradón, una compañera creadora audiovisual, en proceso de montaje y edición. Además, en el proyecto consta una etapa de restauración o de puesta en valor de la obra durante el año, es decir, sobre fines de año se le va a dar una restauración a la obra, en caso de que lo necesite”, avisó el escultor.

Experiencia previa

Como dijo, no había partido desde cero. “Había hecho un trabajo similar en La Plata, en el Parque Saavedra, cuando fue mi tesis. En ese tuve una experiencia importante en entender las posibilidades del material, sus limitaciones y las dificultades, entonces ahora apliqué mejores formas y tomé más recaudos para que el material sea más resistente y más sólido. Así que algo ya sabía, pero siempre tiene que ver con el espacio donde se trabaja… En La Plata no hay maqui, así que usé sauce, mora, laurel y caña de Castilla. Siempre es una experimentación porque además, se trabaja con gente y cada persona tiene su propio mundo”, destacó Fernández Tomic.

El proceso constó de varias etapas. “El material se cosecha o se junta, yo lo había juntado fuera de temporada porque en la cestería tradicional el material se cosecha en invierno, cuando no tiene brotas ni hojas. Se seca durante un tiempo y luego se hidrata para trabajarlo, eso es lo mejor porque así tiene menos contracción y no tiene nudos. Yo lo coseché fuera de temporada pero al ser un trabajo con una técnica tan libre, de tejido no muy riguroso, el material puede ser desprolijo o quedar con variaciones en la forma. No le saqué la cáscara ni lo fraccioné, dejé las varillas directamente y solo saqué las hojas. Entonces, el trabajo es muy orgánico”, puntualizó.

El artista buscó cómplices sobre bases firmes. “Les presenté el proyecto una vez que tuve el OK del FNA y lo fuimos organizando coordinadamente. La difusión salió por parte de la biblioteca, me abrieron las puertas para que hiciera uso del espacio y para calentar agua para el mate (risas). Muchos de los que participan normalmente en la biblioteca se sumaron al trabajo de minga, al compartir el tiempo de trabajo. Me pareció que tuvo buena llegada en las personas y que se disfrutó como una jornada tranquila para compartir el espacio, tomar mate y charlar, porque es un trabajo muy suave. El trabajo pesado lo había hecho yo con la cosecha, mover cantidades de material y además, yo construí la estructura central de la obra, que sí era más pesada y compleja de movilizar. Pero tuve muy buena devolución de la gente”, resaltó Fernández Tomic. Una excusa más para pegarse una vuelta por Villa Los Coihues, si no se es vecino o vecina del barrio.

Despegar al arte del arte

“Manto terrestre. Proyección” descansa sobre fundamentos muy sólidos. “En general, busco que el arte se despegue del arte de por sí, que vaya más allá de mostrarse. Me parece copado que la gente participe de la generación de obra y que a su vez, esa obra pueda ser habitada de una manera distinta que no sea ir a una galería o a un museo para ser mirada o comprada”, arriesgó Manuel Fernández Tomic.

“Mi fundamento empieza por ahí, yo busqué por varios lugares cómo generar obra sin caer en la muestra, sino que la gente se pueda meter y convivir con la obra de una forma que para mí es más real”, disparó. “Desde ese punto de vista, está bueno trabajar en espacios que no son convencionales para el arte, como puede ser una calle, una vereda, una playa, una plaza o cualquiera que no sea un espacio habitual donde ver este tipo de intervenciones”.

En el caso particular, “hacer el trabajo en un bosquecito, entre una biblioteca, una escuela, un skate park y una plaza, está bueno para jugar un poco con el espacio público. También pienso en lo que significa para mí la biblioteca, la cercanía que tengo con la gente que trabaja ahí, que está por el hecho de compartir con una comunidad y con el barrio, por hacer llegar a la gente cuestiones de la cultura, la información y el aprendizaje, entre otras cosas. Me parece importante el laburo que hacen”, recalcó. Trascendente aporte.

Fuente: www.elcordillerano.com.ar